Ahora tengo 84 años y, cuando entro en mi invernadero por la mañana, sigo oliendo la tierra con la misma intensidad que cuando tenía 20 años. Para mí, las trufas que recojo allí no son un producto, sino amigos vivos. Crecen, respiran, llevan dentro secretos más antiguos que todos nosotros. Y a veces, mirando el rocío con una taza de té caliente, siento que me dicen algo sobre el tiempo. Sobre cómo envejecer y, sin embargo, mantenerse joven.


La ciencia persigue a la naturaleza

El otro día estaba sentada en el porche bajo el sol del atardecer con mi tableta en la mano, navegando por Internet. Entonces leí algo nuevo que me aceleró el corazón. Los científicos descubrieron que la psilocina, la forma convertida de la psilocibina en el cuerpo, prolonga la vida de las células humanas de la piel y los pulmones en más de un 50%. Y vieron que los ratones viejos, más o menos a la edad que los humanos tienen sesenta años, tenían una mayor supervivencia, su pelaje volvía a parecer más lleno, su pelo menos gris. Signos de que el envejecimiento se ralentizaba.

Hay más voces que opinan lo mismo. Un artículo de Medical News Today escribe que las células en el laboratorio envejecen más lentamente, sufren menos daños y cuidan mejor su ADN. Los medios de divulgación científica informan de que los telómeros se conservan mejor, el estrés oxidativo disminuye y moléculas como Sirt1 se encienden como pequeños fuegos de juventud en el cuerpo. Y también está la hipótesis de los telómeros de psilocibina que lleva años circulando. Que dice que la ingestión consciente de psilocibina puede proteger la longitud de los telómeros. Los telómeros son como los extremos de los cordones de nuestro ADN, se desgastan y acortan con el tiempo. Si puedes protegerlos, te mantendrás joven durante más tiempo.

Y hoy me he encontrado con este vídeo.



Pienso: esto casi encaja como si la naturaleza ya me estuviera diciendo lo que estos científicos sólo están midiendo ahora. Todo lo que siento y veo en el invernadero, el poder de la trufa, la vitalidad que permanece... la ciencia está empezando a captarlo con números, imágenes y experimentos. Y lo mejor es que esto no es algo para un futuro lejano. Estas pruebas están ahí ahora, en células, en ratones, aunque el tratamiento empiece tarde.


La sabiduría de la trufa

Cuando era joven, aprendí de la naturaleza que todo es cíclico. A un árbol se le caen las hojas y vuelve a florecer. Una seta aparece, desaparece y vuelve. Lo mismo ocurre con nuestro cuerpo. Perdemos, recuperamos, y la naturaleza nos ayuda en ese ritmo.

La trufa no es una píldora química. Es un conglomerado de sustancias, una orquesta de la naturaleza. Psilocibina, psilocina, baeocistina, pero también miles de diminutos compuestos que trabajan juntos. Es esta interacción la que no sólo proporciona a nuestro cuerpo un viaje hacia el interior, sino también una mano suave a medida que envejecemos.


Envejecer con trufas

No soy médico ni profesor. Soy un anciano que pone las manos en la tierra todos los días. Y descubro que las trufas me mantienen flexible, de cabeza y de cuerpo. Mi memoria es clara, mis noches tranquilas, mis días llenos de energía. Claro que me han salido canas, y claro que a veces siento crujir los huesos. Pero también ha permanecido en mí la juventud. Una curiosidad, una chispa que no se apaga.

Y ahora leo que rejuvenece literalmente a los ratones, que las células viven más, que el propio envejecimiento se ralentiza. Entonces pienso: la naturaleza no miente. Esto no es magia, es cooperación. Nosotros y la trufa, un pacto que tiene siglos de antigüedad.


¿Qué significa esto para usted?

Puede que aún seas joven y pienses que eso es algo para más adelante. Pero envejecer empieza hoy. En cada elección que haces, en cada respiración que tomas. Y la trufa puede ser una compañera en ese camino. A veces en pequeños pasos, como la microdosificación. A veces en viajes más grandes, en los que sientes respirar tu alma.

Ya sea para la mente, el corazón o, tal vez, pronto para el cuerpo. Recuerde que está trabajando con una criatura de la naturaleza. Las trufas no son una droga que tomar, sino un aliado al que honrar.


Una invitación

Como cultivador, he visto crecer miles de trufas. Y siento gratitud por poder compartirlas. ¿Quieres experimentar por ti mismo lo que la microdosificación puede hacer por ti? Entonces echa un vistazo a los puntos de venta de Microdosing XP. Allí encontrará trufas cultivadas con amor y una comunidad que aprende, crece y envejece junta, pero que nunca envejece del todo.